Es habitual confundir un reloj automático con uno de cuarzo, puesto que tienen unas características muy parecidas. Lo mismo sucede con las diferencias entre un cronógrafo y un cronómetro, dos piezas que aunque presentan numerosas similitudes, tienen dos fines distintos. Por ello, en Relojes la Hora te contamos qué es un reloj automático y cuáles son sus características básicas.
1. ¿Qué es un reloj automático?
Un reloj automático es un producto mecánico que no requiere de batería para funcionar debido a que la energía requerida para mover los componentes internos del reloj se obtiene del movimiento del cuerpo. Es decir, cuando lo uses, se cargará automáticamente.
Los relojes automáticos pueden funcionar gracias a un rotor interno que alimenta y suministra la energía necesaria, y deriva de las oscilaciones que hacemos cuando nos movemos o realizamos algún tipo de tarea. La física pura se aplica a la tecnología.
2. Funcionamiento del reloj automático
Todo es producido por el rotor interno que viene con un eje giratorio y algunos componentes pequeños que simulan el movimiento de cuerda a través de la corona, que se sujetan internamente para liberarse gradualmente mientras se crea el movimiento aflojando un tornillo.
Este proceso reemplaza la necesidad de energía emitida por la batería y hace que funcione. Los relojes automáticos son una mejora con respecto a los relojes automáticos tradicionales, puesto que evitan la necesidad de dar cuerda a la corona.
Funcionamiento del reloj automático tradicional
Entre los relojes mecánicos, distinguimos entre los relojes manuales y los relojes automáticos. La principal característica de los manuales es que el usuario debe estirar la cuerda con el tiempo (unas 40 horas), como los relojes Tag Heuer o Longiness.
Por otro lado, el concepto más importante de un reloj automático es que, gracias a sus complejos mecanismos, puede envolverse con el movimiento del brazo de su dueño. La primera pregunta que puede surgir es: ¿Cómo puede el movimiento del brazo hacer estallar el reloj?
Todo está accionado por un rotor que gira, por movimiento de la muñeca o del brazo, alrededor de un eje, actuando así sobre un mecanismo de resorte. Aunque fácil de interpretar, lograr escalas que permitan la transferencia de energía para convertirla en un pulso capaz de hacer girar el reloj con gran precisión requiere un trabajo experto.
3. ¿Por qué tener un reloj automático?
Si buscas un reloj más avanzado, ecológico y sin pilas, los relojes automáticos son la mejor opción. Estos relojes son una extensión de ti, lo que significa que dependen de tu movimiento para funcionar. Como se mencionó anteriormente, en cierto modo, es como si lo que llevas en la muñeca fuera un ser vivo.
Es una relación más personal entre el reloj y la persona, no el complemento y el propietario. Es por eso que los amantes de los relojes realmente aprecian el carácter de un reloj automático. El medio ambiente es otro punto fuerte de los relojes automáticos, ya que no necesitan pilas cuyos residuos contaminan la tierra y el agua. Recuerda que una pila de botón mal reciclada puede contaminar hasta seiscientos mil litros de agua.
Además, si decides guardar tu reloj en un cajón indefinidamente, no correrá el riesgo de que la fuga de la batería dañe su sistema. Sin embargo, requieren una atención más extensa, por lo que generalmente necesitan una visita a un especialista cada 5 años más o menos.
La producción debe ser profesional para garantizar su funcionamiento y los componentes de repuestos son de alta calidad. Por ello, desde Relojes la Hora nos aseguramos que nuestra venta de relojes de lujo de segunda mano cuenta con sus perfectas condiciones. Ahora solamente hace falta que contactes con nosotros, ¿A qué estás esperando?